Paella Valenciana

Un plato tan típico y reconocible, que resulta ser la imagen ya no sólo de una ciudad, si no de un país.

Aunque su ingrediente principal proceda, probablemente del antiguo Al-Andalus, la paella no consta oficialmente en el registro hasta el año 1843. Fue en ese siglo, el XIX, cuando empezó a ser conocida en fiestas y celebraciones a nivel nacional. Ya en pleno siglo XX, la paella traspasó fronteras y se convirtió en el plato de referencia que es hoy a nivel mundial.

El  hecho de que sea tan reconocida por todos los rincones del planeta, hace hayan aparecido multitud de variantes de este plato. Algunas de estas, como el “arroç del senyoret” o el “arroç a banda”, están muy aceptadas y son reconocidas hasta por los más puristas paelleros. Sin embargo, no debemos caer en el error, en ocasiones tan extendido, de ponerle a la paella todo lo que pillemos por la nevera. Para realizar una paella debemos tener claro que no se trata de hacer un “arroz con cosas”.

Antes de entrar en materia, unos conceptos básicos: el recipiente donde se realiza la paella, se puede llamar paellero o paella; la paella se puede hacer al fuego (más tradicional), o al paellero de gas.

En este artículo hablaremos sobre la paella tradicional valenciana, aunque hay que tener en cuenta que no hay un consenso claro. 

Empecemos con los ingredientes: pollo, conejo, judías verdes planas, garrofón, tomate, aceite de oliva, sal, agua, pimentón, azafrán, y como no, arroz, el ingrediente estrella.

Cuando ya tengamos los ingredientes, pasaremos a su preparación. Empezaremos sofriendo el pollo y el conejo en la sartén con el aceite, hasta que se queden doraditos. En ese momento le añadiremos las verduras. Cuando estas estén hechas, vertimos el tomate rallado y lo mezclamos con la carne y la verdura. Le ponemos un toque de pimentón y rellenamos de agua, hasta los remaches de la paella, luego azafrán y sal.

Dejamos hervir el agua a fuego máximo unos minutos, 5 como mucho, y luego le bajamos el calor y la dejamos unos 20 minutos.

El siguiente paso, es uno de los más importantes, pues se trata de añadir el ingrediente principal, el arroz. La tradición es ponerlo en forma de cruz y luego repartirlo de manera uniforme mientras le damos candela al fuego. Este es el momento para las rectificaciones de sal. Mantendremos el fuego fuerte unos diez minutos y luego lo bajamos a la mitad durante, aproximadamente ocho minutos. Sabremos que el arroz está listo cuando ya no quede agua en el paellero.

Ahora sólo queda dejarlo reposar unos minutos con un trapo por encima para que los sabores se vayan asentando. Reúne a todos tus amigos alrededor de la paella para empezar a disfrutar. ¡Ah y si quieres ser todavía más valenciano come directamente de la paella!